Dicen que la mejor forma de conocer un lugar es a través de las historias de sus mismos habitantes. Quién mejor que ellos pueden relatar al viajero las costumbres, leyendas y mitos que han crecido en medio de sus casas, iglesias y tradiciones.

Limarí guarda ese encanto de lo antiguo. Atravesando los portales de Iglesias centenarias como las de Sotaquí y Barraza, se puede comprender como la fe de sus fieles encontraron refugio en hermosas construcciones.

También es posible maravillarse con el trabajo de artesanos que trabajan la Combarbalita, piedra que sólo existe en esta parte del mundo. Y cómo si no bastara con ello, Limarí posee además las únicas vetas de Lápiz Lázuli en Chile, llamada también oro azul, porque sólo existe en 3 lugares del planeta y es muy preciada para hacer hermosas joyas y en elementos decorativos. Tanto, que pintores europeos la ocuparon hace cientos de años para dar ese color particular a sus obras.

Algo imperdible es conocer la cultura diaguita en manos de las alfareras que continúan ocupando las mismas técnicas para su elaboración. Rojos, blancos y negros resaltan en las grecas formadas de jarros patos, vasijas y otras piezas que fueron usadas hace miles de años en ritos ceremoniales.  Para conocer más de estos pueblos ancestrales aconsejamos visitar el Museo del Limarí en Ovalle.